Probablemente asentamiento púnico, es en el  periodo romano cuando se realizan las primeras estructuras (siglo I d.C.) En la Edad Media, en las etapas almohade y nazarí, así como en la Edad Moderna será cuando se le dote del aspecto que vemos hoy en día. Esta sucesión de estilos y usos tuvo su final con la ubicación del cementerio municipal en su interior hasta 1977. Actualmente alberga el Museo de Historia de la ciudad.

Presenta una planta rectangular que se adapta a la topografía del espolón rocoso sobre el que se asienta. Está rodeado por una muralla con once torres cuyo trazado responde a diferentes momentos constructivos. Dentro del Castillo, frente a su fachada, existió otra línea de muralla que tendría como misión defender la entrada en recodo, para lo cual cuenta con una torre cuadrangular llamada “Torre del Homenaje”.

En el recinto interior del castillo se pueden diferenciar tres grandes conjuntos. El primero se sitúa en la parte norte, entre la entrada y un pabellón construido en el siglo XVI. Se trata de una serie de habitaciones rectangulares ordenadas en torno a un gran patio. Un segundo conjunto de localiza entre el mencionada pabellón y la plataforma para la artillería levantada en el extremo sur del castillo.

Se trata de un espacio ocupado por los resto de una vivienda palaciega de época nazarí, y un pequeño baño asociado a la misma. Por último, un tercer conjunto estaría constituido por la plataforma de artillería, cuya construcción supuso la elevación del nivel de la zona mediante la edificación de un muro que servía de contención a un gran relleno sobre el que se situaban las baterías.

Actualmente está adecuado a la visita turística, con señalizaciones para la visita individual o de grupos mediante unos hitos que proponen un recorrido guiado y alberga parte de la colección museográfica de la ciudad con objetos de los  periodo fenicio, romano, medieval y moderno.