Fachada del Convento de la orden religiosa de Mínimos, que posiblemente corresponda a la iglesia. Realizada en ladrillo en dos cuerpos, conserva restos de revoco con decoración geométrica delimitada por una fina banda de color blanquecino amarillento. Muy armónica y elegante destacando el enmarque de dos salientes, a modo de pilastras adosadas, con moldura de ladrillo soportada por sus correspondientes capiteles.

En el segundo cuerpo destaca una hornacina que debió mostrar la imagen de un santo. Cubre la hornacina un saliente tipo tejadillo. Aunque derruido el Convento, quedan arcos y restos de las estructuras de la iglesia y dependencias entre los espacios libres de algunos solares.  Debió poseer una importante extensión, ocupada hoy por la construcción del Hotel Victoria, Plazas Damasco y Antonio Gala, y solar de la calle Cerrajeros que muestra abundantes restos.

Obra característica de los siglos XVI y XVII.